mas fuerte que la luna,
dentro del caparazón de los años.
Los silbidos en la noche
se estremecen
y la aridez de las flores
dura hasta el amanecer.
A veces el mar espera
con ansias el anochecer tardío,
pateando los escombros del tiempo,
retardando las vigilias sin noches,
la sed de soledad.
A veces el amor cobra vida,
cuando tus ojos se posan en los míos...