Amanecerás sin un ojo
y la vida pasará por tu lado
sin volver la mirada atras.
Las mañanas no serán las mismas:
los recuerdos en un rincón, amontonados;
las palabras ya, sin dueño.
Los dias evocarán tiempos pasados,
el murmullo se expanderá por tu casa,
por las ventanas no se filtrará la luz.
Las miradas de los seres amados
no reconocerán la sombra que te vistió,
tu mirada en el olvido quedará.
El farol de tu vida se apagará
todavia vivo nadie sabe tu nombre,
tu retrato en la pared, sin fulgor.
Sólo hace falta una mano ligera
que acompañe el canto de su silencio...
quocumque adspicio, nihil est, nisi mortis imago
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